Mi hijo tiene menos de 13 años y quiere una cuenta de Facebook. ¿¿QUÉ HAGO??

Les cuento una anécdota. Este año conocí en un evento a una de las representantes de Facebook International. Fue durante el foro que organizó el Instituto para la seguridad online de la familia (FOSI) que agrupa a empresas, organizaciones y expertos para que la interacción online sea más segura para las familias.

Durante el cocktail, canapés en mano, le comentamos a nuestra amiga de Facebook, algunos hallazgos de nuestras investigaciones en América Latina que comprueban lo que es archi conocido por todos: que los niños menores de 13 TIENEN Facebook, y que en algunos casos tienen hasta más de un perfil. Esta situación tampoco era novedad para nuestra amiga, pero su respuesta fue inmediata y categórica. “Si conocen perfiles de niños menores de 13 años, ayúdennos denunciando el perfil para eliminarlo” Y por un segundo reinó un incómodo silencio.

Veamos:

Fijar la edad de 13 años como la adecuada para tener una red social no es algo que a Facebook se le ha ocurrido, ni obedece a criterios psicológicos ni evolutivos que hayan analizado previamente el comportamiento de los niños. La razón en realidad, es la ley COPPA (Child online privacy protection act), que en términos hiper sencillos, es la ley norteamericana que busca proteger los datos personales de los niños norteamericanos en la red pero que afecta a todos los niños del mundo. En este post no vamos a analizar la ley COPPA a la que Facebook, como empresa americana, tiene que alinearse y que ciertamente es muy compleja. Lo que queremos, es dar algunos alcances para entender por qué deberíamos o no, abrir una cuenta de Facebook antes de los 13. Si es beneficioso o no, más allá de complicaciones legales norteamericanas.

1. Aceptemos la realidad, los niños tienen Facebook antes de los 13 años.

Sí. Hay niños (y padres) mintiendo en todo el mundo sobre la edad de nacimiento para abrir un perfil. Según un reciente estudio, se calcula que hay 5.6 millones de usuarios menores de 13 que tienen perfiles de Facebook. Y puedo atreverme a decir que la cifra irá en aumento. Y es que tener una cuenta de Facebook se ha convertido en un símbolo de estatus entre los preadolescentes. Tener una cuenta implica estar por encima de los amigos que no la tienen y es una demostración de mayor independencia. Suena paradójico que durante la crianza nos empeñemos en reforzar la independencia en nuestros hijos y luego pretendamos que no sientan inquietud de manejar su propia red social desde los dispositivos que, probablemente, nosotros mismos les hemos comprado.

Lo cierto es que para bien o para mal, los chicos tienen presencia en Facebook. Que la ley COPPA es incompatible con la realidad y que Facebook debe ensayar otras soluciones que no sean tan simplistas como las de denunciar los perfiles de menores de edad, también es cierto. Pero mientras eso sucede, debemos tener algunas estrategias para lidiar con la situación.

2. No demonicemos. Las redes sociales son una herramienta de expresión.

La separación del mundo real y del mundo virtual es parte de una discusión obsoleta, ya que los niños y adolescentes transcurren entre lo real y lo virtual como parte de su mundo propio y único que va dando forma a su personalidad. Por tanto, es natural que los niños estén exigiendo tener presencia en un espacio que es percibido como un complemento de varios aspectos de su vida. Y eso, queridos papis, es una demanda de expresión válida.

Si bien existen algunas pocas redes sociales especiales para niños, ninguna es tan popular. Asi que  debemos seguir lidiando con las demandas de los chic@s por tener perfiles de face y más bien tratar de reforzar actitudes positivas durante el uso, que vayan más allá de contar amigos en el face y comentar fotos; sino más bien de fomentar actitudes creativas con las posibilidades que ofrece el medio.

3. La publicidad y las políticas de privacidad

Este es el punto más álgido. Muchos de nosotros aceptamos nomás, así rapidito, las políticas de privacidad de Facebook y de todo servicio online. No queda de otra si queremos usar el servicio. Esta situación es la que hace, por ejemplo, que Facebook y Google te reconozcan en alguna foto sin que nadie le haya dicho que eres tú, o que le sugiera a otros que te etiqueten, entre muchas otras cosas. Traslademos eso al historial de niños que empiezan a ser etiquetados y reconocidos desde tempranas edades, dando forma a su propia huella digital. Te puede importar o no, pero es bueno tenerlo en cuenta.

Otro asunto del que hay que ser consciente, es la base de datos detallada que obtienen la mayoría de redes sociales y que se va afinando conforme se usa el servicio, lo cual va delimitando nuestro perfil para hacernos parte de un “target”, es decir parte de un potencial público consumidor al que se le puede ofrecer productos muy diversos. He aquí el verdadero negocio. Y he aquí la preocupación, pues los niños desde el inicio están quedando expuestos a uno de los medios más persuasivos que tiene a los genios del marketing en el paraíso. ¿Si esto es mejor o peor que la publicidad en la tele? Que nos digan los psicólogos. Pero lo cierto es que si hay conductas negativas como por ejemplo el interés de una niña por “bajar de peso”, comenzará a recibir mucha publicidad relacionada, y como ese ejemplo, miles más.

4. El acompañamiento de los padres es clave

Esta es una de las cosas nuevas y difíciles de la crianza en la era digital. ¿Nos ponemos recontra estrictos y esperamos hasta que los niños tengan 13 y a partir de ahí los dejamos hacer lo que quieran porque la ley COPPA así lo determina? O respondemos a sus inquietudes particulares tratando de acompañarlos desde que sus inquietudes empiezan.

Y esto no vale solo para abrir face, sino también para los juegos en red, para la visualización de videos, para twitear, para controlar el tiempo de conexión, etc!.

¡Y sí! Yo sé que es para agobiarse, pero mejor respiremos, mantengamos la calma, y detectemos señales. Confiemos en nuestro estilo de crianza, los valores familiares y observemos la personalidad de cada uno de nuestros hijos. Esto, nos puede ir  guiando el camino para manejar los nuevos retos que tenemos como padres digitales.

5. Encuentra el sentido de oportunidad.

Aunque te parezca una respuesta obvia, el London School of Economics, tras investigaciones que cruzaron todo el continente europeo analizando el comportamiento online de los niños, concluye enfáticamente que el acompañamiento parental ACTIVO es clave para disminuir los riesgos y aumentar el potencial de los medios digitales.

Eso incluye como digo siempre, CURIOSEAR (chequea todas las políticas de seguridad, lee noticias, entra a blogs, conversa con los padres, pídele info al colegio, etc etc) y ACOMPAÑAR a los más chicos.

Siéntate a jugar un video juego, entiende por qué te pide una cuenta de Facebook, vean videos educativos sobre lo que pasa en las redes sociales (¡hay montones!). Es una buena manera de irte acercando a sus intereses mientras te dejen. Pues cuando sean adolescentes quizá no tendremos oportunidad y ellos mismos gestionarán uno, dos o tres perfiles, si acaso Facebook sigue existiendo.

6. Algunos tips si decides abrir un perfil

Si después de informarte decides acompañar en abrir un perfil de Facebook a tu hij@ preadolescente, te recomendamos considerar los siguientes pasos que sugiere el portal británico “Think You Know” para estos casos.

• Ayúdalo a abrir su propio perfil. Asegúrate de no poner información personal innecesaria.

• No elijas una edad mayor a 13 años. Facebook tiene preferencias de seguridad diferentes para los usuarios más jóvenes con mayores salvaguardas para la privacidad.

• Usa tu propia dirección de correo electrónico como contacto. De esta manera podrás estar más cerca de la actividad de tus hijos.

• Habla sobre las preferencias de seguridad. Entiendan paso a paso las preferencias de seguridad que la página ofrece.

• Fija las preferencias de seguridad “solo amigos” y asegúrate que los amigos que tiene sean los mismos que tiene en su mundo real.

• Limita la cantidad de amigos adultos, aunque estos sean amigos tuyos o de la familia. Estos usuarios podrían postear contenido que todavía no es adecuado para que los niños vean…

• Habla con ellos sobre los riesgos, como el bullying, contacto con personas que no queremos y contenidos inapropiado.

• Conversa con ellos sobre las cosas que los podría hacer sentir incómodos.

• Aprende a reportar algunos temas directamente en el sitio.

Mientras se pueda, adminístrenlo juntos, es una buena forma de aprendizaje conjunto y una excelente oportunidad para formarlos en ciudadanía digital. Trasladar tus valores familiares al uso de la red social es fundamental.

Cuéntanos qué temas quisieras tratar comentado en el blog o en twitter: @marsupiala